Las islas de Valeria, perlas del mar de Obero… Estas tierras boyantes por el comercio naval han sido testigo de un largo conflicto entre sus gentes.

Sin embargo, existió un hombre que consiguió poner fin a la guerra: Dorgalua Oberyth, a quien la historia le daría el nombre de «rey dinástico». Dorgalua se propuso acabar con el odio entre las distintas etnias, y Valeria prosperó durante su medio siglo de reinado.

Tras la muerte del monarca, estalló una guerra civil que enfrentó a tres facciones: los bakramitas, fundamentalmente miembros de la nobleza de Valeria; los galgastaníes, la mayoría de los habitantes de la isla; y los walisteos, una minoría étnica.

Los bakramitas y los galgastaníes no tardaron en repartirse las islas, dando lugar a una falsa sensación de paz. No obstante, era evidente que esa calma no duraría…